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De temporada

En invierno, no faltan nunca en el menú las escudellas o la vianda; los caldos, las coles, los guisados y las setas de temporada (seps, muixardinas, rovellones, etc.). En verano, las ensaladas de la huerta y los guisados de pollo o conejo reemplazan en el menú a otros platos más poderosamente calóricos. El requesón con miel y la crema de la padrina son magníficos.

Innovación

La fidelidad a la tradición tampoco va reñida con la incorporación de nuevos platos que antaño no formaban parte del menú de la montaña. Un buen ejemplo de ello son los pescados, también presentes en la carta de Ca Milieta. El nuevo comedor es también el resultado de esta equilibrada y armónica combinación de tradición y modernidad.

Espacios de recreo

El restaurante como tal se levantó sobre un pajar que en su día construyó el

abuelo de Blanca. El nuevo comedor, bellísimo, amplio y con espacios de

recreo para los niños, está jalonado por una espectacular terraza exterior que los visitantes agradecen especialmente con

el buen tiempo. Todo el nuevo conjunto huye premeditadamente de una caduca rusticidad.

Tradición y calidad

La cocina tradicional de montaña estaba fuertemente vinculada y era estrechamente dependiente de lo que la propia tierra nos brindaba en cada una de las estaciones. Incluso a día de hoy, no pocos de los ingredientes que se incorporan a los menús proceden de la misma zona. Y en ocasiones, incluso del propio huerto que Emilia cultiva personalmente con cariño.

El comedor

Especialidades

Cocina ribagorzana

La comida que sale de los fogones de Ca Milieta puede describirse esencialmente como "gastronomía tradicional de montaña". O para ser más precisos, como comida ribagorzana. Milieta comenzó a servir almuerzos de manera esporádica a principios de los sesenta en la antigua pensión que dio origen al restaurante Miravet. Blanca Iglesias y Jordi Barroso se incorporaron al negocio familiar en 1989 con una misión bien clara: no modificar ni un ápice el espíritu que ha hecho famoso a los fogones de Milieta. En otras palabras, se ha cambiado el edificio; se ha mudado de nombre, pero se sigue ofreciendo comida tradicional basada en ingredientes naturales, de temporada y de la misma zona.

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